Las manifestaciones de la violencia emocional se dividen en dos tipos: obvias y sutiles.
Entre las más obvias están el culpabilizar, humillar, degradar, nulificar, controlar, descalificar, distanciarse emocionalmente, dominar, controlar, juzgar, criticar, demandas o expectativas poco razonables, aislar de la familia y amistades. Algunas de las formas de manifestación más sutiles son la desaprobación, las acusaciones, negarse a brindar muestras de afecto, no prestar atención, amenazas leves de abandono (físico o emocional), hacer comentarios despectivos, burlarse, ignorar las necesidades de la pareja o hacerla sentir inferior.
Las siguientes conductas y actitudes son características de la violencia emocional: prohibiciones, coacciones, condicionamientos, intimidaciones, amenazas, coerción; actitudes devaluatorias, degradatorias, de abandono; humillaciones; amenazas de abandono y daño físico; ridiculizar, insultos, aislamiento; restricciones de la movilidad, información o actividad social; abuso verbal, críticas, acusaciones, celos, sospechas, acoso; chantaje emocional o sexual.